No está segura la gente
de este país lo que celebra por estos días; lo cierto es que se
decantan en ruido, espectáculos, aplausos, canciones, veladas. ¿Y
la in-dependencia del in-dividuo?
Un individuo que se ve
reducido a cero ante las potencias económicas, entiendo el sentido
de potencias económicas no ya como países europeos o noratlánticos,
sino como grandes corporaciones que dominan
el mercado internacional de las comunicaciones, la medicina, la
seguridad, la alimentación, etc; por hablar de las necesidades
básicas de los seres humanos.
Un individuo que se ve
reducido a los ceros que aumentan día con día la riqueza
capital de las concitadas potencias, les sirve en todo momento en
tanto el aparato potencial le provee como nunca lo ha hecho de los
servicios que pueda pagar -todo depende de las capacidades
adquisitivas del individuo- al tiempo que le provee de un sin número
de banalidades, estas últimas, son digamos, las más accesibles.
Luego se observa en apariencia un elevado nivel en la condiciones
materiales de existencia de los más miserables, esto se difunde
hipócritamente negando la cosificación de los individuos, por
ejemplo, en la idea que ahora en Guatemala hay más de un celular por
cada persona. Ahora se pueden tener dos celulares aun percibiendo
menos que el salario mínimo y, consumir una considerable cantidad de
dinero (tiempo de aire), el peso social y político de quien hace
esto es insignificante, sin embargo “cosa” junto a otras
cosas aumentan a diario los ceros a la derecha según se
cuantifican los miles de millones.
Quien hurga en la
historia del país se dará cuenta que ésta – y se lee en el acta
de independencia- denota el miedo de las señoritas de la
clase alta para gobernar y para gobernarse, de su deseo de seguir
siendo serviles aún del imperio mexicano de Iturbide y más adelante
de quien sea: países, corporaciones, etc.
Quien hurga en la
historia del país se dará cuenta que ni los muertos estarán en paz
en tanto el enemigo venza y, este enemigo no ha cesado de vencer.
Veo correr a los
individuos, algunos gritan “viva guate”, llevan antorchas,
banderas, caras pintadas con banderas, un consumo exagerado de
combustible, tránsito denso. Plebes en las calles lanzando agua en
bolsas o en cubetas, meados. Unos se ríen otros se enojan. En varios
lugares se dan veladas, conciertos, cohetillos. Todos celebran la
independencia
A mi me parece nauseático
este enervado sentimiento patriótico. El espectáculo me deprime y,
tengo que verlo porque voy camino de mi casa, mi refugio, tendré que
soportar toda la noche el ruido en la carretera, luego el ruido en
las vecindades, el ruido de la chusma.
14/09/12