sábado, octubre 21, 2006

EL EJÉRCITO Y LA REVOLUCIÓN DEL 44-54

El día 20/10/06 Gustavo Berganza publicó en el periódico de Guatemala un artículo titulado la Herencia Negativa del 44. Aunque la gente siempre tiende a tomar alguna fecha para denominar una época, debemos de aceptar –aunque nos cuesta a algunos- que el periodo del 44-54, dejó herencias negativas. Por ejemplo el carácter del ejército. Durante los gobiernos de Arévalo y de Arbenz, el ejército se fortaleció como un ente parasitario al que los citados gobernantes le concedieron una cantidad de prebendas económicas y de poder. Sin embargo los dos presidentes tuvieron que lidiar con este ente de corruptela heredado de los regimenes liberales y con una gran cantidad de intentos de golpe de Estado de parte de la alta oficialidad.


Antes de la asunción de Arévalo como presidente se dio un hecho, que ha de marcar en adelante el carácter de la milicia, los civiles que habían participado en la insurrección armada de Octubre fueron solicitados bajo amenaza a que devolvieran las armas que tenían en su poder, de esta manera el ejercito se garantizaba el monopolio de la seguridad nacional y social y un estatus privilegiado ante el resto de la población, muchas veces incluso ante el mismo presidente. En adelante la oficialidad se fue manifestando como el referente más claro sobre el cual podían frenarse o acelerarse los proyectos de la revolución. De esto se fijaron muy bien los gringos.

Uno de los errores más crasos tanto de Arévalo como de Arbenz fue la discrecionalidad y beneplácito que le fueron concediendo al ejército. El ejército y los enemigos de la revolución vendrían a ser la misma absurdez, el ejército no molestó la revolución mientras gozaba de los beneficios de esta o mejor dicho de los beneficios que le concedieron los gobiernos revolucionarios. No fue sino hasta que se vio amenazado, y no por los gobiernos revolucionarios, sino por la amenaza yanqui y de la misma población cuando, dejó de dar su venia al proceso revolucionario y se volvió entreguista (vende patria).

Si bien es cierto durante todo el gobierno de Arbenz la embajada estadounidense estuvo visitado por un sinnúmero de traidores que iban a pedir ayuda para derrocarlo, la dirigencia de los gringos nunca estuvo segura hasta que no capitulara con la dirigencia militar, situación que finalmente terminó dándose. El ejercito nunca fue subordinado al poder civil y, Arbenz estaría confiando a ellos la defensa del país antes que a los grupos civiles que se ofrecieron como los campesinos, al final el ejército terminaría traicionando a la revolución ante la amenaza de derrumbamiento de su poder mismo con la formación de un ejército rural campesino por ejemplo o con la verdadera invasión del ejercito norteamericano. En aquellos días, como ahora, Guatemala estaba llena de maricones por todos lados. El ejército jamás entregó las armas a quienes estaban dispuestos a defender la revolución. Pensemos finalmente en el grupo que en concreción demostró cierto grado de patriotismo: los nuevos propietarios: los parcelarios, que estarían dispuestos a pelear pero nunca les llegaron las armas. El grupo social de los campesinos desde antes de la reforma agraria habría sido menoscabado en cierta forma por el código de trabajo, y luego de la reforma agraria por el ascendente que mostraba se constituyó como una amenaza para las burguesías urbanas y tradicionales, no sería extraño que se vieran constantemente frenados.
 

viernes, octubre 20, 2006

Hoy es 20 de Octubre


Hoy se celebran 62 años de la gesta revolucionaria que derrocó una forma estatal que había empezado su ocaso mucho tiempo antes. Ubico es el medio día y el ocaso del llamado periodo liberal guatemalteco. Con este acontecimiento se dio inicio a una era de democratización en todos los ámbitos de la sociedad guatemalteca. Si, porque la democracia debería entenderse más allá de la simple libertad de expresión, y el contexto social de una verdadera democracia había empezado a construirse. El freno de esta era ya no es un secreto, lo propiciaron la oligarquía que hasta hoy se resiste a su modernización y la modernización del Estado y el imperialismo norteamericano, estas dos fuerzas han estado interesadas históricamente en la pervivencia de un Estado guatemalteco débil para poderlo mangonear. Además nadie debe negar la casta de maricones y traidores en que se constituyeron la alta oficialidad del ejército y las irresponsabilidades en la política internacional de Arévalo y Arbenz.


El freno del proceso revolucionario, lo hemos sufrido en los últimos cincuenta años. No es extraño entonces que hoy 20/10/06, debamos de escuchar los sentimientos de frustración de un lado y los de alegría por el otro. Pero es asqueroso escuchar opiniones tan hipócritas como las que aparecen hoy en los editoriales de prensa libre y el periódico de Guatemala. Ambos editoriales están exaltando los frutos de la revolución, el de prensa libre incluso habla del brillo político de Arévalo. En fin ambos concuerdan en que la contrarrevolución fue patrocinada por el gobierno norteamericano en el contexto de la guerra fría. Por ejemplo el periódico:


“El proceso revolucionario fue brutalmente interrumpido por una contrarrevolución patrocinada por el gobierno estadounidense de Dwight Eisenhower, enmarcada en la dura e intransigente política estadounidense de contención a los regímenes comunistas durante la Guerra Fría”


Cuando alguien acepta su culpabilidad en una tragedia es muy fácil que otros que también son culpables se justifiquen al seguir culpando a quien ya aceptó su responsabilidad. Me parece que esta actitud moralista e hipócrita es la toman hoy los editorialistas citados. Los gringos ya aceptaron su culpa, Clinton incluso pidió disculpas. Que facil es venir a decir hoy: “los gringos tienen la culpa del freno de la revolución y de la violenta guerra civil que vivimos más tarde”. Si, eso es cierto en parte, pero quien ha inquirido un poco en ese periodo histórico debe saber que mucho tiempo antes que Arbenz fuera derrocado desfilaron por la embajada gringa cantidad de militarcillos y también muchos civiles de la oligarquía suplicando ayuda para derrocarlo.


Editorialistas ¡vayan a la mierda! ¿No son ustedes hijos y nietos o cercanos de el mico Sandoval, Clemente Marroquín, Álvaro Contreras (cacto), Sisniega Otero? ¿No fue acaso prensa libre uno de los periódicos que nació para darles oposición a los gobiernos revolucionarios? Un día Jesús estaba tan emputado con gente como ustedes que les dijo:


"¡Ay de vosotros, escribas y Fariseos, hipócritas! porque edificáis los sepulcros de los profetas, y adornáis los monumentos de los justos, 30 Y decís: Si fuéramos en los días de nuestros padres, no hubiéramos sido sus compañeros en la sangre de los profetas. 31 Así que, testimonio dais á vosotros mismos, que sois hijos de aquellos que mataron á los profetas. 32 ¡Vosotros también henchid la medida de vuestros padres! 33 ¡Serpientes, generación de víboras! ¿cómo evitaréis el juicio del infierno"


Que bonito es venir a decir:

La Revolución del 44 inició un proceso de democratización que duró cerca de diez años, a lo largo del cual se promulgó una moderna Constitución, en la que no solo se consagraron los derechos civiles y políticos, sino que también los derechos económicos, sociales y culturales de la población. Asimismo, se emitió una legislación laboral y agraria, informada por principios de justicia social y un régimen de seguridad social, que garantizaba derechos mínimos irrenunciables a los trabajadores” (el periódico)

Tecnológicamente hay avances, sin duda, pero la falla principal radica en que los valores humanos se han perdido. Por eso, esta fecha sirve para detenerse un poco en el camino y soñar con que se puede ser diferente. Se puede ser como fuimos por un tiempo breve a causa del 20 de octubre de 1944. Es una meta asequible pero, especialmente, necesaria”(prensa libre)
 

martes, octubre 17, 2006

¡yo soy más mula!

El día domingo 15/10/06. Se presentó al programa de Libre Encuentro el señor Eduardo de Montealegre, candidato de la derecha nicarguense en las proximas elecciones.

Don Dionisio con esa estupidez que lo caracteriza, inició con una cantaleta contra Daniel Ortega. Yo le digo: Don Dionisio ¿Tanta mulada para presentar al candidato de su predilección? Usted se une a la mayoría de idiotas como Carlos Montaner que desean detener por la vía de los medios de comunicación la llegada de gobiernos antiimperialistas a los países latinoamericanos; situación que ya es ineluctable.

La verdad es que al poco de tiempo de haber empezado el programa ya me había quedado dormido, de no ser que una llamada impertinente me despertó no me hubiera dado cuenta del final del programa.

La dinámica del programa era una lucha por demostrar quien era el más mula. ¡Yo soy mula! gritaba Dionisio. ¡Yo soy más mula! gritaba Montealegre. Así debe haber trancurrido la hora.

lunes, octubre 09, 2006

Guatemala: Modernidad, pueblos indígenas y conflicto armado. Segunda parte.


¿Qué elementos condujeron la conversión del indio en sujeto revolucionario? “El no-persona que había sido declarado ausente, el otro que irrumpe en la Historia o irrumpe con su Historia”, para usar términos de la teología de la liberación.

Debemos partir de la polaridad surgida de la colonia como alienación: indio/ladino. Indio y ladino son fetiches surgidos en la colonia para justificar el dominio de un grupo sobre otro. Como estamos metidos aquí en el campo de la sociología debemos tomar en cuenta que los indígenas a pesar de ser una mayoría demográfica han sido lo que se denomina una “minoría sociológica”, es decir, el grupo visto como incapaz, como naturalmente torpe. La dialéctica entre indios y ladinos ha mantenido una constante: mantener al indio en el fondo, para evitar que rebase las expectativas propias y las que el ladino tiene de éste. Ya lo ha dicho don Carlos Guzmán Böckler: “El indio es la medida exacta de las limitaciones del ladino. Al no sentirse alguien, el ladino crea al indio y mantiene su imagen como la de un ser inferior. Típico proceso de sustitución de una carencia por otra"

Para providencia de la clase dominante se buscó como un delirio moral la segregación entre indios y ladinos. Pero está estrategia no siempre tuvo los efectos deseados. Recordamos, por ejemplo a finales de la colonia, al padre Cortés y Larráz diciendo que “los ladinos le pegaban las mañas a los indios”, por lo cual era conveniente que ambos grupos permanecieran separados. Así en la visión dominante el indio es ingenuo, torpe, pasivo, tradicionalista, digamos un ser en “estado de naturaleza”. Tal pareciera que los indios son el conjunto de ovejas que espera torpemente al lobo ladino para que los destroce.

Esa visión romántica del indio y que fue propia de la mayoría de antropólogos culturalistas de las décadas anteriores dibujaba a los “indiecitos papos”, que todavía vivían en una fase animista y que le conferían solamente características religiosas a la tierra para una economía de subsistencia fue contradicha por loa misma realidad, los mismos indígenas se estaban encargando de demostrarlo en el periodo anterior a su inmersión en el conflicto armado. Una mutación normal y dialéctica, producto de las constantes relaciones con los ladinos (esto no significa que los ladinos fueran su ejemplo a seguir) y la economía mundial; las revoluciones verdes, el comercio, las artesanías, etc., son en términos de los intelectuales orgánicos de estas capas, una antitesis del sistema colonial ladino. Los indios ya no quieren ser choleros de los ladinos, ya no quieren ir a trabajar a la costa, (la costa mata), ya no quieren ser “inditos mulas”. Asumen la educación, técnicas de cultivo moderno, acceden al crédito.

Podemos estar hablando para la década de lo 60´ de la emergencia indígena al sistema capitalista por una vía que no fuera la estatal (esta es un desidia por el Estado). Una revolución cultural de los grupos elites indígenas, aprenden a hablar castellano para poder estudiar e ir a la universidad, se alejan del cacicazgo de los zahoríes, se afilian al catolicismo o al protestantismo, en términos de Ibon Levot, “se da una aculturación sin ladinización”. Cuando están mejor ilustrados en su condición pueden reclamar y propugnar por la aceptación de su cultura y un trato verdaderamente humano.

Un antropólogo muy refinado e inteligente (Jean-Loup Herbert) que en 1970 observaba este proceso dijo:

“la aparición de una minoría de capitalista comercial y fabril, particularmente cristalizada en Quetzaltenango, pero en formación en muchos otros pueblos; esto puede indicar una actitud de negación de su grupo: deseo de ladinización (cambio de nombre, idioma, religión, manera de vivir…); sin embargo a menos que se trasladen o diluyan en las capas medias ladinas de la capital, el sueño de la integración se ve sumamente dificultado por la oposición del ladino; además sancionado por el grupo “indígena”… A no ser que otros estudios nos contradigan, observamos que esta minoría puede cumplir un papel histórico nacionalista (lucha contra la oligarquía ladina, que objetivamente le cierra el paso en cuanto a la acumulación capitalista (tierra, crédito), y desarrollo industrial y comercial). Maestros, profesionales y técnicos salidos de este grupo ya desempeñan un papel de nacionalismo agresivo (recuperación de valores históricos propios)"

El mismo doctor Sol Tax (antropólogo) por estas mismas fechas conferenciaba que “los indios no son reticentes al cambio, ellos ven los beneficios de éste y lo aprovechan, ellos no son la causa del atraso del sistema económico nacional, si no victimas de éste”.

Con la exacerbación del conflicto armado, se frenaron las posibilidades de un verdadero desarrollo capitalista de la población indígena. El movimiento guerrillero de los 60´ pensaba que los indios se integrarían a la nación con un sistema socialista liberado del imperialismo, pero eso era imposible en una sociedad que había construido mentalidades tan zanjadas con respecto y entre indios y ladinos. La guerrilla ladina decidió para la década de los 70´ buscar su base social en la población indígena, que al principio fue reticente pero que finalmente por conducto de varias contrariedades, fue aventada a la guerra que no buscó y de la que fue la más afectada. Esa expresión de los lideres indígenas de “que los ladinos hacen la guerra y los indios ponen los muertos” no ha dejado de tener validez para ese contexto.

La esperanza guerrillera se basaba en esa expresión dogmática del marxismo-leninismo, que muestra toda su fe en el proletariado industrial como clase de misión histórica y revolucionaria, tendía a menoscabar la acción histórica y revolucionaria del campesinado indígena. De esta forma se obnubila la acción de los grupos dominados encauzándolos históricamente al servicio de uno o de otro grupo. Se ha querido ver en la emergencia india al conflicto armado como la acción de fuerzas sociales o masas objetivas y maleables, negándolas como sujetos históricos y con una conciencia de clase; en resumen parecerían la carne de cañón de los intereses de cualquier grupo, la guerrilla, los militares, los católicos, los evangélicos, etc. Los guerrilleros llegaron al Ixcán a salvar a los indios de ser indios, a proletarizarlos y, terminaron llevándolos a la casa de la nada. Si nos fijamos en el proceso de revolución cultural que llevaba la población indígena para aquel momento debemos de suponer, como dice Ibon Levot: “que la guerra no era ineluctable para ellos”.

Pero también el Estado y la oligarquía se vieron –como siempre- amenazados ante la emergencia indígena. Se pensó en la unidad de los indios y la guerrilla y entonces se empezó a descabezar a la población indígena. Así las cosas, la población se vio ante la amenaza de “dos fuegos” y tuvo que elegir.

El ejercito asesinaba parejo: católicos y evangélicos, y la dirigencia guerrillera también. Ese juego religioso de las dos posiciones del cristianismo, obedece como es sabido a los intereses políticos de los laicos. ¡Pero los curas se quietaron la sotana y se volvieron revolucionarios! Muchos pastores evangélicos también.

La alternativa de la Iglesia Verbo, Ríos Mont y los dólares que venían con ellos es muy interesante, por esos años se da un crecimiento acelerado en las filas protestantes, inclusos varios miembros de la oligarquía se hicieron evangélicos, ¿Por qué no habrían de hacerlo los indios para salvar el “pellejo”? Se afirma que el protestantismo llama a la apoliticidad, yo he descubierto que muchos grupos pentecostales fundamentalistas son más revolucionarios que los grupos progresistas. Los indios no son torpes como se sigue creyendo, ellos ven las oportunidades y las aprovechan.

Cuando un pueblo es llevado al extremo de su miseria, sólo se necesita la chispa carismática de algún discurso para que se lance a la acción. En este sentido se puede entender el aspecto ideológico de la teología de la liberación, nuevamente la propuesta de que el Reino de Dios se podía implantar en la tierra, todos tendrán tierra, todos son iguales delante de Dios, amen.

Ibon Levot en su ensayo sociológico “La Guerra en Tierras mayas” que los indígenas fueron aventados a al conflicto armado por tres situaciones: 1) la imposibilidad de modernización que se les plantó, 2) la creciente represión que desató el ejército sobre todo en el Ixcán, 3) la influencia de la teología de la liberación en las comunidades eclesiales de base.




3) Conclusión

En la década de los 70´ se frenó la emergencia indígena al desarrollo capitalista, sobre todo de una forma represiva aniquiladora ¿cómo no habría de convertirse el indígena en sujeto revolucionario?

Las condiciones históricas en que surgió la guerra no son cosa del pasado, este país no ha visto el apogeo de la modernidad, el Estado sigue siendo incapaz de transformar la situación de la mayoría, la población indígena del periodo de la guerra al parecer no esperaba mucho de él. La clase dominante es incapaz de ser clase directora y cohesionadora de la nacionalidad guatemalteca, sigue siendo la más retrógrada de Centroamérica. Además la estructura agraria es intocable y la polaridad indio/ladino no es cosa del pasado. Vistas así las cosas la guerra civil continúa siendo potencial.

Hasta que se embarcó en la guerra la población indígena estaba tratando de llevar a cabo su propia desestructuración del colonialismo. La guerrilla ladina y el Estado ladino la llevaron al paroxismo cuando se vio en medio de “dos fuegos”

Muy cierto es que los indígenas no son lo que los ladinos quieren pensar de ellos: “seres en estado de naturaleza”. Muchos ladinos aun temen que un día “los indios bajen de la montaña y los maten”. Debido a lo anterior, se quiere mantener en el fondo a los indígenas para que no rebasen con su potencial a los ladinos, de esto se encargó muy bien la guerra.


martes, octubre 03, 2006

Respuesta a Selenitamx


Una mujer puede follar cien y cuarenta veces sin encontrarse con una barriga, de repente se encuentra con una y se pregunta: ¿cómo es posible voy a tener un hijo? Siempre lo he hecho y no me había sucedido. Un criminal puede infringir cien y cuarenta veces y no ser castigado, un día lo castigan y se pregunta ¿cómo, ahora me castigan? Si siempre lo he hecho y no me habían castigado. ¿Cuál es la causa de la admiración de algo que se ha hecho natural? ¿Acaso el hábito de infringir debería de hacerlo excusable? Una sociedad que no actúa de inmediato contra el infractor se hace cómplice, es decir, que el infractor se va construyendo al amparo de la sociedad misma y por omisión de ésta. ¿Cómo puede atreverse una sociedad a castigar a alguien a quien ha ayudado a construir? Se debería de castigar a los padres, a los educadores, al juez que dicta sentencia incluso, a la sociedad misma, a las clases dominantes que los mantienen el la pobreza y el hacinamiento, etc. ¡Quedemos sentados! ¡Jalemos una silla que el Estado nos hará justicia!

Hace una semana un marero asesinó a un piloto de bus, como consecuencia de ello la población de la zona 6 de Mixco no tiene servicio de transporte urbano hasta hoy, tienen que madrugar más, gastar más porque, los fleteros que los transportan les cobran hasta el triple y los transitan pocos quilómetros, lo que significa que deben transbordar. Por otro lado el actual transporte (fleteros) se hace insuficiente por lo que muchos tienen que caminar, podemos además aunar los grandes congestionamientos que se hacen. La policía no ha querido comprometerse a dar seguridad a los buses, los propietarios de los buses les han dicho a los pilotos que si desean trabajar lo pueden hacer bajo su propio riesgo, la población sigue viajando en condiciones poco dignas, gastando más o caminando y la situación no se arregla.

El día del asesinato del piloto, los fuerzas de seguridad de una forma (no) legal hicieron desaparecer al marero acusado, además se ha desatado una ola de cateos y arrestos como nunca en los lugares aledaños. La policía siente la presión de la población que de un momento a otro desencadenará disturbios más allá de los que han causado las protestas de los mismos pilotos y sus “brochas”. ¿Por qué se tuvo que esperar tanto? El mal ya estaba hecho aunque hayan desaparecido al marero “Pilo”.

El domingo 1/10/06 me enteré por boca del mismo Alejandro Giamatei, que Guatemala es junto a Haití, el país con el menor porcentaje de presos condenados, es decir, que la mayoría de presos esperan condena, están en “el debido proceso”. Señor (a) Selenitamx cuando alguien dice algo está orientado por el contexto, yo hoy sigo pensando que el castigo pronto es lo más efectivo.

Pero tengo mucho más que decirle, usted afirma que yo he emitido juicio desde el punto de vista de la cultura, según le aprehendo desde el punto de vista etnológico, nada más alejado. Esto implicaría que yo aceptara que los castigos violentos que se dieron sean parte de la cultura indígena (o maya). Ignoro, no estoy seguro de que estos castigos sean parte de las costumbres indígenas. En todo caso eso sería algo ético en el sentido más primario de la palabra, sobre la ética le abordo más abajo. Vamos yo he observado linchamientos en la ciudad, por universitarios, por la policía reprimiendo a manifestantes, delincuentes, invasores de fincas, en la zona 1, yo he visto al ejercito aplicar peores castigos. ¿Podría hurgar usted un poco en la historia colonial y liberal de Guatemala para ver quien aplicaba este tipo de castigos? ¿Podemos asegurar entonces que la cultura indígena es la única violenta? ¡Sí! diría alguien ¡ellos son violentos por resentidos! En los barrios bajos de la ciudad también hay mucho resentimiento y no siempre es de mayoría indígena, y los ladinos que están como la gran puta por la inseguridad, ellos también castigan y linchan. Mire Selenitamx, esto no es un asunto de cultura o mas bien de etnicidad desde donde usted pensó que partía mi juicio, hace mucho tiempo que dejé de ser un pobre culturalista y apologista de la cultura indígena. Entonces, como afirma Ana María Rodas, este es un país de salvajes, pero no solo los indios son salvajes. Más salvajes y violentos son los organismos del Estado, que por su acción indigna exacerban a la población. ¿Querría usted seguir tasando estos castigos como una forma cultural? Yo no.



Una larga tradición en las ciencias sociales, pero no de ahora sino desde Aristóteles, nos ha llevada a decidir sobre el salvajismo de ciertos grupos, la antropología culturalista sabe de esto. Es salvaje quien no espera de un Estado racionalmente organizado, es salvaje quien no respeta la propiedad privada y la normal estructura social. En una sociedad civilizada, se nos dice, es el Estado el que rige las normas de convivencia, en él debemos esperar para que nos defienda de quien nos arremete, el Estado es el único que legitima la violencia ¿verdad? Se plantea entonces al Estado como el que nos HUMANIZA, el que nos quita lo salvajes, el único que puede ser salvaje es él. Figúrese usted que en esta sociedad “civilizada” el Estado Racionaliza la desigualdad, imparte la justicia bajo privilegios clasistas, y como el racionalismo dice que los conceptos son unívocos, justicia solo hay una, ¿verdad?, bajo privilegios clasistas.

Usted apela a la ética como la que antecede a cualquier juicio, yo después de mucho tiempo y de sopesar con mí pesimismo histórico sigo dudando de que alguna persona o institución sea éticamente neutral (mi ética ante el hecho o la ética de los indígenas practicantes) sobre todo el organismo judicial guatemalteco a quien se me hace altamente riesgoso legitimar. El problema es que en este país tan desigual y zanjado no existen criterios éticos generalmente reconocidos a nivel nacional. Dije que me parecía que tanto el castigo por la vía estatal (civilizado y legal), como por la vía de la comunidad (ilegal y salvaje) está cargado de moralidad, pero dígame usted ¿acaso no es más moralista el ente que aparenta legalidad cuando envuelve los procesos en subterfugios para que se escape un Rodolfo Woolers por ejemplo, pero que mantiene presos a quienes no pueden acelerar sus procesos por falta de fondos?

Mire usted, yo no me puedo poner a juzgar si esto que sucede es bueno o malo, para luego legitimarlo. Lo que hice fue pensar en lo pragmático de los castigos rápidos. La ética es algo que nace en la reflexión sobre lo más asequible para una comunidad, por lo tanto implica precisamente el consenso de la comunidad. Saber que lo que se hace es bueno y no malo es un asunto moral de quienes practican los “castigos mayas”

Que me importa a mi legitimar lo ilegitimable o salvar lo insalvable. Cada quien sabe de sus peligros, incluso quienes infringen la ley, o quienes no la aplican de manera igualitaria.