lunes, junio 29, 2009

¿Llamamiento a un Golpe de Estado en Guatemala?

Hegel dice en alguna parte que todos los grandes hechos y personajes de la historia universal se producen, como si dijéramos, dos veces. Pero se olvidó de agregar: una vez como tragedia y otra vez como farsa.
(Karl Marx)
No hemos avanzado mucho.
Me da cierto espanto eso que vengo notando de ha tiempo: que en Guatemala abunda la chusma que está de acuerdo con que se le de baja a Colom, es decir, con un Golpe de Estado. No les gusta y punto. El caso de Geovany Frati no es aislado por supuesto, otros quieres ser más refinados con su MLNismo. Pero al final les aflora su estupidez.
Yo sabía desde ayer que los chicos/as libertarios UFM y toda esa marabunta saldrían hoy a defender el golpe de Estado en Honduras. Pero además los afiebró en sus ansias golpistas.
De regreso a mi casa escuché por la radio a la seño Marta Yolanda Díaz-Durán decir lo siguiente:
"A Colom no le digo nada porque sería perder el tiempo. Le pido al congreso de la República y al Corte Suprema de Justicia que se pongan bien los pantalones y que hagan lo que hicieron sus pares hondureños porque ya basta"
Parafraseando a Marx: si el Mico Sandoval, Sisniega Otero, Mario David García fueron digamos una tragedia, los de Libertopolis son una farsa ultraderechista disfrazada de liberales. Una farsa, claro está, que puede devenir en tragedia.

domingo, junio 28, 2009

A la sombra de los cuarteles

Dice Jennifer Schirmer en su libro "Las intimidades del proyecto político de los militares":


La reevaluación de los procesos democratizadores en los países de América Latina que tienen ejércitos fuertes, exige también una interpretación más detallada y menos unilineal de los estudios institucionales del ejército, a la vez que una tipología más matizada. Por ejemplo, existe un gran debate en cuanto a si la idea de regresar a los cuarteles en efecto significa la desmilitarización de las instituciones y la recuperación de su calidad civil. Algunos analistas sostienen que el retorno a los cuarteles nunca es definitivo y que un Estado posmilitar, cualquiera que sea su grado de democratización, vive a la sombra de los cuarteles. Como advierte Alain Rouquié:

“La historia reciente de América Latina revela que los gobiernos militares no institucionalizados suelen estar de acuerdo en retirarse del poder sólo en un contexto de ciertas garantías. Se ha empeñado en establecer las reglas que han de regir el juego posteriormente. Y aún más, cuando la situación lo ha permitido, no han dudado en exigir un lugar para las instituciones militares en la estructura constitucional de la naciente democracia y, por ende, el derecho permanente de supervisar las decisiones políticas que han de sobrevenir”


El eterno retorno de lo mismo: Honduras


Lo interesante del caso es que ahora nadie de afuera quiere llevarles la corriente




lunes, junio 15, 2009

Suicidio 2

“Sólo quien es vida puede resucitar a los muertos. y a menos que Él me nombre, permanezco muerto y mi silencio es el silencio de la muerte” (Thomas Merton: pensamientos en la soledad)


¿Qué valoración del suicidio tiene nuestra sociedad? Disímil puede ser la respuesta, sin embargo el hecho que la vida pueda volverse complicada de repente permite que todos hayamos pensado más de una vez en cometer suicidio.


La doctora Modenesi elabora en este artículo una lista de los condicionamientos hacia el suicidio. En todo caso todos nosotros tenemos de alguna manera gérmenes suicidas. ¿Cómo nos hemos sentido cuándo hemos considerado el suicidio? Más o menos así o con más intensidad han sentido quienes se han suicidado. (Siguiente artículo)


El suicidio es un acto de libertad, porque el ser humano está condenado a ser libre. ¿De qué tipo de libertad hablo? De la que optamos frente a todos y cualquiera condicionamiento. ¡Tenemos la libertad de suicidarnos! Dicho sea: los condicionamientos retan a nuestra libertad.


La libertad sólo puede ejecutarse dentro de la historia, por ello entendemos que el suicidio sea histórico, nadie puede desbandarse de la historia. De esta manera todos cargamos factores religiosos, sociológicos, psicológicos, económicos, biológicos, etc., que ponderarían de alguna forma nuestras tendencias suicidas. Sin embargo no todos hemos decidido suicidarnos (la mayoría), ponemos en paradoja la vida y la muerte, es decir elegimos entre estar vivos o suicidarnos.


Tanto la vida como la muerte son acontecimientos históricos, por ello están cargadas de sentido, el sentido, por supuesto, difiere de unos a otros, pero esta allí. En “Ante el vacío existencial”, dice Viktor Frankl:


“También el suicida cree en un sentido, sino de la vida, (es decir) de la prolongación de la vida, sí al menos en un sentido de la muerte. Si ya no creyera en ningún sentido, no podría ni tan siquiera mover un dedo y por lo tanto tampoco se suicidaría”


En sus barruntos la filosofía occidental se preguntaba por el fin último del ser, el bien supremo de lo humano, lo mejor de todo, lo más asequible. Aristóteles en el Eudemo, pone en boca de Midas y Sileno lo siguiente:


“Midas pregunta a Sileno cuál es el bien supremo, éste señala con pesar la miseria y la infelicidad humana, y contesta: Es enteramente imposible que los hombres alcancen el bien supremo; los hombres no pueden participar de la naturaleza de lo supremo. Pues el bien supremo para todo hombre o mujer es no haber nacido. Pero si nacieron, es lo mejor -esto sí que pueden alcanzarlo- morir lo antes posible.”


Sintetizando a Sileno: lo mejor de todo es no existir, y lo segundo más importante, morir pronto.

Continuará

jueves, junio 04, 2009

Suicidio 1

En su primera columna sobre el suicidio la doctora Morales Modenesi inicia chuscamente citando a Benedetti:

“Para no sucumbir ante la tentación del precipicio el mejor tratamiento es el fornicio”

Amen.

Consideremos nuestros males psiquiátricos como demonios que nos persiguen y que nos pueden llevar al suicidio. Bueno, cierto tipo de demonios según nos insta el evangelio son expulsados con oración y ayuno, pero otro cierto tipo de demonios son expulsados fornicando. Pensamos diferente de algunos evangelistas que piensan que la fornicación es demoniaca. Los fornicarios no heredan el reino de cielos porque es de ellos, allí viven.

Amén.