sábado, noviembre 25, 2006

EL CASO DEL CEMENTO

Cuando uno se monta en el caballo de crítico del sistema corre el riesgo de caer en inconsistencia, sobre todo de tipo moral cuando se es un vendido.

Me he dado cuenta que los programas de las radios libertarias (Infinita FM y Lite FM) presentan una mascarada de críticos del “sistema desigual mercantilista y estatista” que cohíbe la libertad de los individuos de elegir a quien comprarle y a quien venderle. En los últimos días se viene discutiendo el en Congreso de la República una ley que regulará el mercado de los seguros. No se han hecho esperar las voces “críticas” de Estuardo Zapeta o de Geovany Frati contra el Estado intervencionista y las empresas de seguros a las que Frati llama oligopolios. Pero ¡pregúntenles por el monopolio del cemento! Entonces se quedaran callados o trataran de evadir el tema. Cementos Progreso es uno de sus actuales patrocinadores. La gente como ellos querrá comer bien o vivir bien con lo que unos capitalistas le paguen y arremeter contra los otros.

Cementos Progreso es la única marca de cemento que se ha podido vender en Guatemala desde la segunda década del siglo pasado. La historia de la construcción privada y estatal está marcada por la égida de ésta empresa, que desde el periodo de Lázaro Chacón ha gozado del privilegio de ser UNICA.

Los Novella (propietarios) han sido financistas de los partidos que han llegado al gobierno, luego de eso han recibido multimillonarios contratos estatales, pero sobre todo la protección del partido de gobierno. Por ejemplo durante el gobierno de Álvaro Arzú (“Partido de Avanzada Nacional” que privatizó muchos servicios públicos) se dio un problema con respecto del precio del cemento, por esa época se permitió la importación del cemento Cruz Azul (mexicano), el cual se podía comprar unos Q8 menos por saco, que la marca aludida. Cementos Progreso introdujo una demanda ante la OMC por Dumping, proceso que ganó por supuesto la cementera mexicana. La única alternativa para los Novella fue presionar al gobierno de Arzú para que aumentara el arancel de importación, más tarde los guatemaltecos dijimos adiós al Cemento Cruz Azul que por esa época costaba unos Q23 y seguimos consumiendo Cementos Progreso a Q29, Arzú aumentó a Q9 el arancel de importación para cada saco del cemento mexicano. Finalizando el periodo de gobierno del Partido de Avanzada Nacional entre sonrisas y besos el presidente y los Novella estos apoyaban al nuevo candidato Berger y el precio del cemento era de Q33 por saco.

En la actualidad se llevan a cabo gran cantidad e obras estatales de infraestructura: pasos a desnivel, carreteras, puentes, etc., cuya base fundamental es el cemento (de Cementos Progreso). Nosotros sabemos que este desenfreno por hacer obras públicas se debe a que tanto los alcaldes como el gobierno central aspiran a la reelección. Pero ¿se imaginan ustedes las jugosas comisiones que reciben tanto Arzú hoy alcalde de la capital, Amilcar Rivera alcalde de Mixco, Gándara alcalde de Villanueva y los ministros de gobierno? Que son los más activos hoy.

Si alguien viaja por la carretera interamericana, mas exactamente entre San Cristóbal y San Lucas, encontrará constantes vallas publicitando los beneficios de una carretera de concreto y en las citadas radios también se escuchan constantemente comerciales sobre que una carretera de cemento es mejor, es más económica, etc. Pues bien, esta obra de relumbre que por esta ruta se lleva a cabo está siendo de gran beneficio tanto para Cementos Progreso como para las empresas contratadas y para el ministro de comunicaciones Eduardo Castillo. No me aparto que existirá beneficio para la población. Pero ¿Berger, el ministro de economía, Arzú, Rivera, Gándara o cualquier hijueputa de ellos ha dicho algo sobre que el saco de cemento hoy cueste Q45?


martes, noviembre 21, 2006

LA ACCIÓN HUMANA

Es común escuchar a los Libertarios hablar de “la acción humana”. Según sus planteamientos los humanos actuamos de acuerdo a nuestros intereses individuales, al final la ética es una situación individual. Por eso, nos dicen, es necesario que se establezcan leyes generales, abstractas y universales para que ciertos intereses individuales no afecten el derecho de los demás. De acuerdo a esto veo un enfrentamiento entre la ética (como acción privada) y la ley (como práctica totalizante). Luego están siempre gritando que “todos somos iguales ante la ley”. ¿Será que al muso Ayau le importa que hayan o no leyes generales y abstractas que limiten sus intereses individuales monopólicos? No. Lo cierto es que para Manuel Ayau y todos esos que vociferan en nombre de la libertad individual y por el establecimiento de leyes generales todo esto les vale “ni mierda”. Es decir, que todo es una mascarada moralizante. Ayau, Gonzales Merlo y todos los que son empresarios al tiempo que maestros de la “Marro” quisieran una ley general para los demás pero no para ellos. ¿Y que digo de los comentaristas de las radios “libertarias”? bueno ellos solo abren la boca contra el mercantilismo y el intervencionismo estatal cuando sus intereses no se verán afectados o serán bien remunerados por sus anunciantes que son, digamos, los mayores monopolistas.