miércoles, septiembre 10, 2008

Los Topes 1

“No hallaran otro recurso cuando comprendan que el análisis científico remueve la máscara bajo la cual se oculta el verdadero rostro de nuestra realidad nacional”


“justamente el hecho de que la mitad de los guatemaltecos sean todavía indios constituye el más voluminoso elemento de juicio para afirmar que la realidad colonial pervive en nosotros”


“La opresión hizo al indio”


“Ese golpe es, siempre, un requisito indispensable para dar paso hacia una concepción científica y revolucionaria del indio. Tal concepción percibe el peso de la colonia en el complejo cultural del indio, y no hace de él un fetiche. No afirma al indio en tanto que es portador de un pasado colonial, sino en tanto que es capaz de sacudirse ese pasado y desarrollar potencialidades humanas ilimitadas”


“El tractor, la máquina en general, el manual de mecánica, el texto práctico de agronomía popular, los folletos instructivos de los insecticidas y los abonos químicos, el cursillo intensivo de zootecnia, la prensa escrita y la radio transistores, el estatuto de la cooperativa, todos los elementos del desarrollo moderno –incluidos los que no podemos prever- le exigirán la unificación idiomática al indio, y aun la diversificación mirando hacia los idiomas en que se encuentra vertido el saber progresista y útil de nuestro tiempo. El ritmo de la transformación idiomática dependerá estrictamente, claro está, del ritmo de la liberación económica y general del indio"


“La desindigenización conlleva siempre el abandono de actitudes y temores de siervo; rompe el exasperante círculo del indio encerrado defensivamente en la prisión de su ser colonial”

“y eso es lo que le confiere a la música de chirimía el aire inseguro y quejumbroso que suele entenderse como la expresión de “la tristeza de la raza vencida”. Se trata en realidad de otra cosa: tonadas de inconfundible origen castellano”


“Hay algo más deprimente que el baile mismo de la conquista, para cuyas entradas e interludios suele usarse el instrumento que arriba comentamos y el tambor de guerra español (…) Los efectos psicológicos de semejante visión mágica y fatalista de la conquista tienen que haber sido deseables para los grupos dominantes de la colonia”


“Si el indio es un resultado colonial –como lo demuestra el análisis histórico- entonces su cultura es también colonial, y la explicación de dicha cultura sólo puede hallarse en el estudio de la situación y las funciones desempeñadas por el indio en el régimen colonial. Si todo ello es cierto –y habrá que tenerlo por cierto mientras no sea refutado con aportaciones históricas concretas- entonces la cultura del indio expresa la perduración de la servidumbre hasta momentos muy recientes, y es, en general, testimonio de la perduración de la opresión”


“Pensar que puede conseguirse la transformación económica del indio y al mismo tiempo pueda permanecer “el indio en si” es pensar fantasías”


Unos estudiantes de Quetzaltenango llamaron racista al insigne maestro Severo Martínez Peláez por haber afirmado lo arriba descrito. Todas estas frases pertenecen al último capítulo de la “Patria del Criollo” en el apartado “Cultura del indio”.


Pero lo que había dicho anteriormente le confirió el derecho de postular tales reflexiones.


Hace unos días me consultaron sobre el atraso del mundo rural guatemalteco para cierto programa que desean implementar en el ministerio de educación. Me preguntaban cuántos años de atraso con respecto de lo urbano, pero además me inquirían con respecto del primer y el tercer mundo. Me decían: ¿son diez, son cuarenta, son cincuenta, cuántos años? Los mandé a leer La Patria del Criollo, les dije, por ejemplo, que el machete es colonial. En realidad, aunque les caigan mal a algunos estas palabras, son problemas estructurales. “La colonia y nosotros” se llama el último capítulo del libro de son Severo y ¡cuán vigente sigue este texto!



Existe una frase muy pretenciosa que Nietzsche pone en boca del profeta Zaratustra: “El hombre es algo debe superarse”. En otro lado este mismo autor se refiere a “esa enfermedad llamada hombre” Nos encontramos ante quien desde su punto de vista presencia la urdimbre social, la decadencia de la cultura occidental. Vemos a una persona a la que la sociedad moderna le produce desencanto, pero ¿qué espera Nietzsche más arriba del hombre? El superhombre sigue siendo, al final, hombre. Un teólogo, Karl Barth, se refiere a estas pretensiones nietzscheanas como “una insolente mentira”, Barth está preocupado ante la desesperanza con la que a constante se ve toda actitud humana, el superhombre resulta un poco metafísico.


De pronto quedaría mejor entremezclando a Nietzsche y a Martínez Peláez: “El Indio es algo que debe superarse” En este caso el indio superado no dejaría de ser hombre, pero sería un hombre, como dice don Severo, capaz de explotar potencialidades humanas ilimitadas.

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