En una congregación evangélica había un hermanito que le gustaba resolver problemas difíciles abriendo la Biblia y colocando su dedo con los ojos cerrados en cualquier página. Él tomaba esto como una orden directa de Dios. Una vez más decidió aplicar su método. Abrió la Biblia y colocó su dedo al final de Mateo 27:5, "Salió, y se fue y se ahorcó". Él cerró rápidamente la Biblia y después de orar, volvió a abrirla. Esta vez señaló justamente la última parte de Lucas 10:37, "Ve, y haz tú lo mismo". El hermano sorprendido y con cierta molestia por lo que leía, repitió la oración. Esta vez señaló justamente la última parte de Juan 13:27, "Lo que vas a hacer, hazlo pronto".
Desde ese momento, el hermano dejó de practicar dicha costumbre.
Esto me recuerda aquel chiste de "no te detengas que más arriba está la gloria"
2 comentarios:
jajaj buenísimo vos, no conocía tu blog pero está muy chingón, un saludo desde el espacio virtual que nos inventamos :)
Pues bienvenido, Julio. Muchas gracias.
Saludos.
Publicar un comentario