jueves, octubre 08, 2009

Socieda Civil, Opinión Pública, elección de magistrados

¿Qué es la sociedad civil?

“La sociedad civil real es una sociedad de clases cuya unión se mantiene mediante el predominio de una de ellas, para cuya subsistencia es, sin duda, necesario el mantenimiento de la ideología de la libertad y de la igualdad” (Herman Heller: Teoría del Estado”

Más o menos se entiende a la sociedad civil como lo apuesto de lo estatal, es decir, la sociedad de los organismos privados y que a decir de Gramsci: “corresponden a la función de hegemonía que el grupo dominante ejerce en toda la sociedad”. Entiendo por hegemonía la capacidad de una clase o grupo social para dirigir ideológica y culturalmente al resto de la sociedad. El término culturalmente admite, por supuesto, su propia base: la organización y forma de producir.

Moverse en medio de esto a lo que llaman “sociedad civil” es un reto para quien por su condición es, pero no quiere ser subordinado.

Sospechoso me resulta el hecho que organizaciones de la sociedad civil presionen a organizaciones de la sociedad política (aparatos de Estado), léase legislativo y judicial, pero antes al ejecutivo.

Mucho más sospechoso es que los periódicos nacionales sean parte de esta llamada “sociedad civil”.

Lo central por supuesto es la hegemonía, que se mantiene a base de persuasión, pero también cuando se hace necesario de coerción, la gran meta es constreñirnos a…………..

No sé de pronto Pro reforma.

Se desea que el Estado (aquí lo que comprende su positividad, a saber: los aparatos) se abstenga de intervenir en la vida económica, nada más “seguridad y justicia”. Porque los otros saben asociarse libremente (utopía pura) al yugo de unos cuantos. Se supone que todos los humanos somos realmente iguales, en razón y moral y, entonces aceptemos pasiblemente, espontáneamente, libremente y no por coerción, sino por consenso el domino sistemático de la rancia.

Pero más allá lo que se busca es la movilización hacia lo privado del poder estatal, poderosa intervención en el campo económico: COERCIÓN para los que no deseen ser espontáneos, pasibles y no quieran “asociarse libremente”. El patrón es el señor de su casa y decide como se ordena el trabajo y lo que se le debe dar a cada quien.

¿Y qué decir de la opinión pública? Injusticia.

Es la que legitima la “democracia”, es decir, lo que nos dan a comer, aún Micheletti ha buscado que la “opinión pública” lo certifique. La opinión pública no es la opinión generalizada, en tanto inmensos son los antagonismos sociales, poca integración y cohesión social. Acaso haya opiniones públicas diferentes y opuestas.

El viejo Hegel en su filosofía del derecho decía que “en la opinión pública todo es falso y verdadero, pero encontrar en ella lo verdadero es tarea que sólo puede cumplir un gran hombre”

En realidad la opinión pública tal como la estimamos carece de capacidad política, es una falsa persuasión que pronto se derrumba. Pero se busca suplantar la falta integración social por el lado de la opinión pública, esta se convierte ante todo en opinión de la chusma. Tarea que a constante fracasa, se debe de buscar primero comida y bebida para que el reino fructifique, lo demás se encamina añadidura.

Doña Silvia Gereda debería de reflexionar en qué sea más importante en denunciar, o tal vez, si debería denunciar parejo la INJUSTICIA.

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