domingo, agosto 26, 2007

Del siglo XIX al siglo XXI

En el siglo XIX las elites centroamericanas y luego las guatemaltecas se dividieron entre conservadores y liberales. Después de la independencia del antiguo Reino de Guatemala vemos venir en nuestra historia una burda conflictividad entre las fracciones de la clase dominante de nuestro país que en buena manera ha obstaculizado el desarrollo social.

Pero esa distinción entre conservadores y liberales no era tajante, no eran proyectos de nación bien definidos. No es que fuera una distinción entre un proyecto feudal y uno capitalista por ejemplo. No, las discrepancias eran más bien de tipo caprichoso. Quiero decir, que se peleaban por futilidades como la religión. Pero eso sí, cuando se trató de unirse para seguirnos clavando no les costó nadita. Salvaron sus caprichitos y nos metieron en una dictadura liberal que nos sumergió nuevamente en una economía precapitalista, servil y señorial. Por aquellos tiempos se decía que todos los cambios eran en aras del progreso. Si claro, fue en aras del progreso, del progreso de una clase por supuesto. Fue un periodo que permitió la acumulación de capitales, por una vía muy sucia, de algunas que ahora son respetables y distinguidas familias.

Muchos de enojan cuando se dice que en gran parte nuestra situación paupérrima es culpa de las elites. Pero si ellos nunca han visto los intereses nacionales, solamente sus beneficios particulares. Nuestra oligarquía ha carecido históricamente del sentido nacionalista.

¿Por qué estoy hablando todo esto?

Bueno, es que me parece que no hemos superado aquella vieja pugna entre conservadores y liberales, es decir, aquella vieja pugna de caprichitos entre las fracciones de la clase dominante guatemalteca.

Este conflicto entre el gobierno central y la municipalidad de Guatemala no es acaso un problemilla entre las mas respetadas y distinguidas familias guatemaltecas. Seguro estoy que poco les interesa la población en general antes que salvar sus beneficios particulares.

Aquel asunto del aeropuerto La Aurora era de la misma naturaleza elitista. Dicen por allí que Arzú necesitaba que el aeropuerto nuevo se localizara en Escuintla, por ello todo aquel espectáculo que nos hicieron soportar.


El problema del anillo metropolitano está en lo mismo, definir cerca de las tierras de quién debe pasar. Cualquier proyecto de beneficio nacional pasará siempre por este tamiz: la conveniencia para todos los miembros de la clase dominante, que finalmente no es mucha.

Algo muy interesante es el tipo de intelectual orgánico servil a las causas de ciertas fracciones. Hoy día ese papel lo están ocupando en general los pobres y deficientes medios de comunicación, ejemplo muy sencillo:

El Periódico de Guatemala y Prensa Libre han gritado todo lo que han podido en contra de Arzú y su camarilla, por su laso Notisiete y Emisoras Unidas lo han hecho bien por la causa de los intereses que defiende el Alcalde y tanda de pericos. Si, María José Salas –que habla como la Yacki- cuando habla, es el perico de don Mono de oro.
Eso sí, cuándo se trate de clavarnos a los de abajo, no dudeis que se uniran, se darán la mano, se besarán, se amancebarán etc.
Por cierto la última resolución de la Corte de Constitucionalidad, es un subterfugio. Una sacada de madre para aquellos que han dicho que éste es un ente neutral y apolítico, ja, ja, ja.

1 comentario:

charakotel dijo...

La C.C un ente apolítico y neutral? En verdad para cagarse de la risa