Dentro de tu grito en la cruz
caben todos nuestros gritos
desde el llanto del niño
Hasta el Último quejido del moribundo.
Cuando la palabra es pequeña e incapaz
para expresar tanto dolor nuestro,
el cuerpo y el espíritu se unen
en este espasmo descoyuntado.
Dentro de tu grito lanzado al cielo
encomiendan su vida en manos del Padre y Madre.
todos los que se sienten abandonados
en un misterio incomprensible.
Desde el desconcierto lanzado como queja
de los que experimentaron tu amor alguna vez,
pero se sienten abandonados ahora,
y sólo en la lucha contigo esperan su salida,
desde todas las noches del espíritu
llega hasta tus manos de Padre y Madre nuestro grito.
En ese grito tuyo último
dolor humano y dolor de Dios,
inclinamos agotados la cabeza
y te entregamos el espíritu
cuando llegamos a nuestros límites,
donde se extinguen los esfuerzos y los días
y donde empezamos a resucitar contigo.
Benjamín Gonzales Buelta
Tomado e Christus, (Febrero de 1993)
viernes, marzo 21, 2008
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1 comentario:
No tenés ni mierda más que hacer por el descanso?
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