domingo, julio 29, 2007

Una bomba de tiempo


Ayer el Noticiero a Fondo de Guatevisión trató un tema alarmante pero que en nuestra sociedad hay que hablarlo quedito: EL SIDA.

El sida en Guatemala es una bomba de tiempo, para el gobierno que asuma en nuestro país se hace necesario que sus miembros tengan una aprehensión más exacta de este fenómeno social. ¿Qué va ha hacer un gobierno que enfrente una cantidad cada vez mayor de pacientes que hoy están en periodo de incubación y que en cualquier momento empezarán ha manifestar síntomas de necesaria atención? Por ello me pareció fundamental la última parte en la que entrevistan sobre el tema a los cuatro candidatos punteros: Colóm, Pérez Molina, Giammattei, y Menchú.

Quienes vieron dicho programa se dieron cuenta que el ilustre Álvaro Colóm era el más desinformado de la situación y que los más aprehensivos de este asunto eran Giammattei y Menchú. Cuándo le preguntaron al candidato de la UNE: ¿Sabe que cantidad de personas hay con sida en Guatemala? Este respondió: “Creo que 2000 y tantas". ¿Cree que esta enfermedad es una epidemia en Guatemala? El Gavilán respondió: “No, todavía no, hay que luchar para que no se convierta en epidemia”. Pobrecito no conoce que este mal es una epidemia en expansión en nuestro país.

Bueno, este asunto no le interesa mucho a la Alianza Evangélica ni al Consejo Apostólico de Guatemala. Estos señores están más bien interesados en la danza de millones y en moralizar entupidamente nuestro país. Por ejemplo me enteré que la fortuna de Ca$h Luna asciende a $40 millones entre propiedades inmuebles, autos de lujo (Mercedes, Volvo) y avión privado. ¿Se habrá detenido Ca$h a visitar enfermos de sida? No lo creo. Pero, el junto a grandes hipócritas incluyendo muchos curas, estará diciendo que no se debe usar el condón, que la homosexualidad es pecado, etc., con ello están ayudando al avance de la epidemia.

El miércoles de esta semana, al día siguiente del show que organizó la Alianza y el Consejo, la Iglesia de Dios del Evangelio Completo organizó también un foro. Según me contó una amigo que participó en éste, fue un acontecimiento que tuvo un poco más de seriedad. En este foro el Doctor Suger, por ejemplo, dijo “que en su gobierno la Iglesia evangélica se convertiría en una fuerza moralizadora”. Uno de los participantes le reconvino al decirle que “esta no era la preocupación fundamental de la Iglesia evangélica, que ellos estaban más bien preocupados por el hambre, la pobreza, la violencia, la desigualdad social antes que en pensar en el matrimonio gay y cosas como esas” ¡Aplausos!

Después de ver a un par de amigos morir de sida, me di a la tarea de hablar constantemente de este tema a las personas que riesgosamente viven con respecto de este asunto. Las trabas que he encontrado, amparadas en el machismo, la ignorancia y la tradición me causan siempre cierta impotencia. Cierto día de le hablaba sobre el riesgo de “ir con las putas” a un grupo de ladinos, de un pueblo donde todos se consideran ladinos, uno de ellos me respondió: “mira vos: si uno va con desconfianza a traerla va”. Ahora resulta que éste es un problema de confianza o desconfianza.

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