jueves, septiembre 06, 2007

Evangélicos y Mano Dura

Hace unos días se propagó la noticia que los evangélicos apoyaban al Partido Patriota, al tiempo salieron los mercaderes de la fe, esos llamados apóstoles, a negarlo. Particularmente me parece que estos farsantes son libres de apoyar a quien se les de la gana. A ellos se les ha hecho facil venderse.

Lo cierto es que el porcentaje de evangélicos que dominan estos "apóstoles" es bien reducido. Una Pastora y poetiza de muchos Kilates ha escrito lo que a continuación reproduzco.


23.07.07 - GUATEMALA


Ley de Talión = Mano dura


Julia Esquivel *
 

Toda América Latina está llena de memorias de "manos duras" Es una receta tan vieja como la humanidad. Por cierto una humanidad des-humanizada. Es la muy conocida fórmula del ojo por ojo y diente por diente, o, el que me la debe, me la paga. Las viejas películas de vaqueros del oeste están llenas de ejemplos de bravucones y super-machos que vivían obedeciendo ciegamente a esa consigna.

Lastimosamente no sólo en las películas sino que también en la misma Historia, los "manos duras" han sobrado. Las familias, los gobiernos, las instituciones educativas, militares, policiales, judiciales y hasta los barrios y aldeas, están atiborrados de ejemplos de "manos duras". Son las sociedades empantanadas en el machismo las que producen este tipo de hombres. Basta con recordar algunos nombres: Anastasio Somoza, Manuel Estrada Cabrera ("El Señor Presidente"), Augusto Pinochet; el añorado por sus fans, don Jorge Ubico, Lucas García, Stroesner, en Paraguay; Hitler, en Alemania; Francisco Franco, en España; Stalin, en la Unión Soviética, y el ejemplo aún vivito y coleando aquí en nuestra lastimada Guatemala, el Patriarca del F.R.G.

Los convertidos a la ley de Talión añoran personajes así. Sobre todo cuando se promueven tan eficientemente el crimen organizado, la venta de armas y las numerosas empresas de seguridad particular. Son partidarios de la mano dura los machitos que desde el Congreso se oponen a reglamentar el próspero comercio o libre mercado de armas. Para ellos la solución a casi todos los problemas está en la limpieza social y en la Ley del Talión.

Son fieles creyentes del conocido proverbio: muerto el perro, se acabó la rabia.

En la era de las cavernas todas las necesidades, aún las más elementales se solucionaban así. Y por supuesto todos y todas hemos visto en Animal Planet, cómo en las familias de gorilas, gobierna el grupo, el más fuerte físicamente. El que se impone por la fuerza ése es el que tiene el poder, es decir, el más macho.

Se supone que el ser humano ha ido evolucionando, se ha ido humanizando y eso implica ir superando las relaciones de fuerza por relaciones menos brutales. Estamos en esta tierra para hacernos humanos no para embrutecernos. Esto quiere decir, para reconocernos iguales, miembros de una sola familia, la familia humana. La única y auténtica espiritualidad consiste en eso. Por esto mismo la espiritualidad une, mientras que las doctrinas religiosas que compiten, separan y excluyen, también dividen. Su afán es hacer prosélitos, acumular grandes edificios y bienes terrenales. Manejan el miedo al castigo eterno o temporal. Culpabilizan y predican el castigo al pecado para mantener a sus prosélitos sometidos a la voluntad y caprichos de sus líderes cuyo ego se satisface manipulando multitudes. Son grupos que se dividen por cualquier divergencia. Siembran y manipulan el miedo de manera magistral.

En ese sentido, los fundamentalismos alimentan las relaciones de fuerza porque hacen de Dios un ídolo, un "mano dura" que castiga, se enoja, descarga su ira sobres sus enemigos, tiene poder para destruir, y destruye a los que no son de su agrado. Según ellos destruirá a los musulmanes y bendice y bendecirá siempre los planes del Estado de Israel. Viven todavía varados en la Alianza de Dios con Israel, como si Jesús el Cristo no hubiera venido y hubiera borrado la frontera, el muro establecido entre ese pueblo y todos los pueblos de la tierra. Ignoran que en la Jerusalén que bajará del corazón de Dios, habrá gentes de todas las naciones, pueblos, culturas y lenguas. Su dios tiene predilectos y además bendice con prosperidad y dinero. Esto último sólo cuando se le pagan los diezmos. Su dios es un dios excluyente, en claro contraste con el Dios que es Padre y que hace llover sobre justos e injustos y hace salir el sol sobre todos sin hacer acepción de personas.

Los "manos duras" dividen el mundo o la sociedad en buenos y malos y están decididos a acabar con los malos, al estilo del presidente Bush, que decretó quiénes son el eje del mal y procedió a eliminarlos.

Los "manos duras" desconocen por completo, aquel mandamiento que dice: No matarás y aquel otro que dice: amarás a tu prójimo como a ti mismo. Son como aquel general que sigue creyendo que haber matado indios no fue matar gente sino "comunistas", que por supuesto no eran sus prójimos, y por eso libró a Guatemala de los malos y defendió a los buenos. Piensan que cuando a Dios se le olvida o pasa por alto" hacer justicia" ellos tienen que corregirle la plana. Como son violentos piensan que Dios es como ellos. Así lo predican. Han fabricado un dios a su imagen y semejanza. Hablan más del pecado, del diablo y del infierno, que del amor y de la misericordia. Les conviene que la gente crea en el infierno y vivan con miedo a un Dios que castiga.

Hay "manos duras" que nunca hablan de Dios porque lo ignoran. No necesitan de Dios porque están demasiado seguros de sí mismos. Eso les basta.. Ese lenguaje se lo dejan a las mujeres, a los ignorantes, y a los debiluchos. Se ven a sí mismos como hombres de carácter y no necesitan más.

Estas ideas están dirigidas especialmente a los creyentes aunque no únicamente, porque en poco tiempo tendremos que votar y necesitamos discernir, si es que nos sentimos responsables de nuestro presente y de nuestro futuro como sociedad.

Como cristianos, nuestro criterio es la persona y las palabras de Jesús el Cristo quien nos dice: "Ustedes han oído que se dijo: Ojo por ojo y diente por diente. Yo les digo que no opongan resistencia al que les hace el mal. Antes bien, si uno te da en la mejilla derecha ofrécele también la otra. Al que quiera ponerte a pleito para quitarte la túnica déjale también el manto. Si uno te obliga a caminar mil pasos, haz con él dos mil. Da a quien te pide y no vuelvas la espalda a quien te pide prestado.

Ustedes han oído que se dijo: Amarás a tu prójimo y odiarás a tu enemigo. Pero yo les digo: Amen a sus enemigos, oren por sus perseguidores. Así serán hijos de su Padre del cielo, que hace salir su sol sobre malos y buenos y hace llover sobre justos e injustos. Si ustedes aman sólo a quienes los aman, ¿qué premio merecen? También hacen lo mismo los recaudadores de impuestos. Si saludan sólo a sus hermanos, ¿qué hacen de extraordinario? También hacen lo mismo los paganos.

Por tanto, sed perfectos como es perfecto el Padre de ustedes que está en el cielo."

Luis Alfonso Schökel, reconocido biblista autor de esta versión, comenta este pasaje del evangelio en la siguiente forma: Quizá tengamos que confesar tristemente que nuestro mundo no está aún preparado para que la ley evangélica del amor sustituya a la ley del Talión; pero, precisamente porque hemos tocado fondo en los horrores de la violencia y la violencia institucionalizada está enquistada, Jesús invita apremiantemente a sus seguidores a poner en práctica la utopía del amor evangélico como humilde levadura que producirá el cambio. Mateo lo expresa con sencillez y realismo: "si uno te da una bofetada… al que quiera ponerte pleito… si uno te obliga a caminar mil pasos… a quien te pida prestado… Las respuestas podrán parecer absurdas, pero llevan en sí el poder que cambiará el mundo.

(Hasta aquí las palabras de Schökel).

Quien dijo esas palabras fue Dios mismo hecho hombre. No sólo las dijo; las vivió personalmente hasta el punto del escándalo. Los que vivían en las tinieblas, sus propias tinieblas, lo acusaron de blasfemo y de endemoniado. Por miedo de perder su poder, o remedo de poder, tramaron su muerte y lograron su condena en un juicio injusto. Su Padre quien también es el nuestro, lo resucitó de entre los muertos, porque está del lado de la Vida, no del lado de la muerte y de la injusticia hacia los débiles y marginados.

La mansedumbre de Jesús fue su mayor fortaleza. Su fuerza residía en su indefensión. Él era el perdón hecho hombre. Por eso mismo dice San Juan en su evangelio que Él era la luz verdadera que alumbra a todo ser humano. Por eso El es la medida perfecta de lo que significa ser humano. Que su Espíritu nos ilumine, que busquemos su luz para discernir y no equivocarnos de nuevo. Oremos también para que Dios transforme nuestros corazones de piedra en corazones de carne, capaces del amor y del perdón.

Por último, meditemos en otras palabras de Jesús: Felices los que trabajan por la paz, porque se llamarán hijos de Dios. Felices los perseguidos por causa del bien, porque el reino de los cielos les pertenece. Y no olvidemos que ese reino de los cielos se construye aquí en donde vivimos, cuando trabajamos para que la voluntad divina se realice en la tierra como se realiza en el cielo.

¡Señor Jesucristo, ten misericordia de nosotros! Enséñanos perdonar y a vivir como hermanos y hermanas, como una sola familia.

* Pastora y teóloga


Fuente: Adital. http://www.adital.com.br/site/noticia.asp?lang=ES&cod=28630



3 comentarios:

jose lopez dijo...

Gracias a Dios doña Julia se le escapó de las manos al engendro de Lucas García.

Hop Hunahpu dijo...

Excelente nota. Terrible contradicción la de los evangélicos que han apoyado a gente como Ríos Montt, Serrano, Portillo y ahora Pérez Molina.

Cesar Martinez dijo...

Mano dura es:

Plomazo en cabeza y corazon

:-D